La ONU pide a la comunidad internacional que mantenga abiertas las fronteras a los refugiados iraquíes
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió ayer a los países vecinos de Iraq que mantengan abiertas sus fronteras para ayudar a los miles de iraquíes que cada día abandonan su nación por la violencia sectaria. El Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), que preside la conferencia que se celebra en Ginebra sobre la tragedia iraquí, cifra en cerca de cuatro millones el número de iraquíes que están dejando sus hogares. Dos millones de ellos están refugiados en los países vecinos, principalmente en Siria y Jordania, mientras que el resto se hallan desplazados en el interior de Irak.
Desde la invasión de Iraq por parte de fuerzas internacionales lideradas por EE.UU. y el Reino Unido en 2003 y los posteriores enfrentamientos entre diversos grupos étnicos y religiosos, dos millones de iraquíes dejaron sus países para instalarse en Siria, Jordania, Egipto, Irán, el Líbano y Turquía.
Todos los meses, 50.000 personas dejan sus casas, según ACNUR, que afirma que las necesidades de ayuda son "exponenciales". En un mensaje de vídeo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que el drama "no se resolverá solo", y pidió a los países vecinos que "les dejen sus fronteras abiertas y no procedan a su repatriación forzosa". Según Ban Ki-moon, "esto significa facilitarles el acceso a los servicios primarios y a la educación". Respecto a los demás países, el secretario general de Naciones Unidas pidió que sigan dándoles asilo o les proporcionen otras formas de protección.
La violencia sectaria ha causado que 1,9 millones de iraquíes se hayan desplazado en el interior de su país huyendo de la violencia. El alto comisario para los refugiados, Antonio Guterres, subrayó que "la amplitud del problema habla por sí mismo: es el desplazamiento más importante que ha conocido Oriente Medio desde los trágicos acontecimientos de 1948. Un iraquí de cada ocho se ha visto obligado a dejar su hogar"..
Guterres recordó a los países industrializados que en 2006 los iraquíes se convirtieron "en el grupo más importante de demandantes de asilo". Alrededor del 95% de los iraquíes exiliados están refugiados en países de Oriente Próximo, aunque el número de los que han huido a los países industrializados aumentó el 77% en un año, alcanzando un total de 22.200 personas.
La organización Human Rights Watch ha exigido por su parte un esfuerzo particular a EE UU y al Reino Unido, por ser el origen de una guerra "que ha causado directamente miles de muertos, sembrado el terror y provocado sufrimiento y éxodo".